La violación permanente de derechos está fomentando la pobreza y ahondando la desigualdad territorial con desventaja para indígenas, mujeres y jóvenes, de acuerdo con los resultados del Laboratorio de Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Los análisis realizados a partir de los datos del Laboratorio de Trabajo Digno nos permiten concluir que al menos por ahora y desde hace varias décadas, “el trabajo no es la mejor puerta para salir de la pobreza” y que urgen medidas políticas que aseguren que el salario sea suficiente para el sostenimiento de una familia y que el derecho a la salud quede garantizado aunque la persona no disponga de un empleo asalariado.

La afirmación es grave porque plantea de inmediato una pregunta cuya respuesta puede desviarse dadas las circunstancias que vive el país. Si el trabajo no es la mejor puerta a la pobreza, entonces ¿cuál es la puerta de salida?

Los resultados del 3er. Reporte Nacional del Observatorio Digno (se puede consultar aquí), indican que el mundo laboral -caracterizado por un alto nivel de desempleo- está contribuyendo fuertemente a preservar las dimensiones de la pobreza y está fomentando la desigualdad territorial, étnica y de género, con efecto mayor entre los jóvenes, a grado tal que muchos millones de mexicanos con trabajo asalariado no tienen ingreso suficiente para sostener a sus familias ni para garantizarles el acceso a la salud, porque sus patrones les pagan poco y les niegan la afiliación a la seguridad social.

Nosotros hemos concluido que la respuesta está en el trabajo digno tal como lo concibe la constitución mexicana, acompañado de su correlato, la definición del salario mínimo. Ambos, contenidos en el artículo 123.

El articulo citado inicia diciendo que “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil”. Y respecto al salario mínimo precisa: Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

Sigue leyendo más aquí:

El trabajo no es la puerta de salida de la pobreza