México está ‘enfermo’ a causa de un sistema de salud pública que no destina los recursos ni brinda la atención que los ciudadanos merecen, encabezando así deshonrosas listas a nivel mundial.

El sistema público de salud está enfermo. Tiene padecimientos graves. Y su situación empeora de acuerdo al más reciente diagnóstico presentado por la OCDE (Health at Glance 2017).

Las personas que requieren servicios de salud no reciben la atención adecuada. Los recursos públicos no sirven para mejorar la salud.

Este diagnóstico no es “bullying” hacia las instituciones. Es una llamada de atención que llega desde la OCDE. Una organización seria, creíble y formada por los gobiernos de los países desarrollados muestra la gravedad del problema. Más vale que las autoridades escuchen y la ciudadanía exija.

Las personas que padecen estas realidades sufren aún más que lo que muestran las estadísticas. Su dolor debe ser atendido. A nivel directo en los servicios de salud. Y sobre todo en el nivel de las autoridades responsables del sistema de salud.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó hace dos años un diagnóstico que demuestra los males que padece el sistema de salud en México. En resumen los padecimientos son:

  • Congénito. Desde su origen es un sistema fragmentado que genera diferencia de trato y discriminación según el contrato laboral de cada persona.
  • Crónico. La atención para la población de menores ingresos, en zonas rurales y pueblos indígenas es de menor calidad y menos asequible. El sistema de salud genera diferencia de trato en detrimento de quienes tienen menores recursos.
  • Circulatorio y digestivo. Los recursos crecientes asignados a los gobiernos estatales entre 2003 y 2010 multiplicaron casi por 10 el presupuesto para atender a población sin seguridad social, pero no “circularon” bien. No llegaron a su destino final. Y no se “digirieron” bien. Se desviaron en corrupción y en malas inversiones. Se priorizó el enfoque médico, hospitalario y  sobre todo las obras de “de relumbrón”. Se descuidó el primer nivel de atención: las consultas generales y la prevención.
  • Inmunológico. Los mecanismos de defensa están debilitados. La contraloría social “Aval Ciudadano” no tiene injerencia en las decisiones. La estadística del sistema no es usada en la toma de decisiones para mejorar la atención. Los observatorios de la sociedad civil muestran la gravedad y no generan reacción oportuna (por ejemplo el “Observatorio de Mortalidad Materna” – OMM o el “Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles” – OMENT).
  • Falla del tratamiento recetado. El Sistema de Protección Social en Salud (“Seguro Popular”) creado para garantizar atención en salud a la población sin derechohabiencia en la seguridad social no resolvió el problema de acceso, gasto o atención. Según los nuevos datos la situación empeora.

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