México no es un país pobre, y sin embargo, más de la mitad de su población se encuentra hundida en el abismo de la pobreza.

Hace dos años, en mayo de 2015, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza dio a conocer su Primer Llamamiento público. Más de 60 organizaciones civiles de todo el país se sumaron a ese llamamiento.

Hoy estamos más convencidos de la necesidad de construir espacios de encuentro, de diálogo, de reflexión y de acción para pensar y trabajar por el país que queremos.

México no es un país pobre, y sin embargo, más de la mitad de su población se encuentra hundida en el abismo de la pobreza.

Parece una tragedia. Hoy la pobreza es la misma que hace 25 años, 53% de la población vive en condiciones de pobreza, ahora como en 1992. Con la diferencia de que hoy son 11 millones de personas más. 64 millones de personas en total.

El problema de fondo es que la pobreza:

  • Debilita nuestra democracia: al generar un terreno propicio para el clientelismo, la corrupción y la impunidad.
  • Debilita nuestra economía: al condicionar y reducir el mercado interno.
  • Mina la estabilidad al excluir a millones de personas y regiones enteras del desarrollo.
  • Y por desgracia ha sido el caldo de cultivo propicio del crimen, la violencia y la violación sistemática de derechos humanos.

El código genético de los mexicanos no es distinto del de los finlandeses, suecos o noruegos, y sin embargo, la corrupción y la impunidad nos niegan el futuro. Vivimos una:

Crisis de confianza en las instituciones.

Crisis de legitimidad de los gobernantes.

Crisis de ética pública de los funcionarios.

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