Los organismos de la ONU no pueden aceptar que el gobierno de México presente las metas nacionales de los Objetivos del Desarrollo Sostenible como un hecho cumplido y simular la participación de la sociedad civil cuando ya no haya tiempo para ello.
Para lograr que la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible acordada en la ONU con sus 17 Objetivos (ODS 2030) se aplique en la práctica, se requiere la participación activa de la sociedad civil. Dos exigencias son prioritarias: revisar las metas nacionales y acordar una métrica de avance gradual.
Sin la participación de la sociedad civil en las metas nacionales o sin acuerdo sobre la forma de medir los avances, se desvirtúa totalmente el sentido de los ODS 2030.
México asumió los ODS 2030 como responsabilidad de Estado y las promueve activamente en foros internacionales. Se le reconoce su liderazgo en varios de los temas, incluida la métrica nacional de medición de pobreza. No puede ser “candil de la calle y oscuridad de su casa”.
La única manera de asumir y exigir responsabilidades para el cumplimiento de los ODS 2030 es acordar metas de avance en plazos mucho más cortos, en lo posible anuales. Y encontrar métricas o indicadores que permitan saber si se está avanzando o no en el sentido deseado.
Los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS 2030)
Los ODS 2030 establecen una agenda global, nacional y local para el desarrollo. Pueden modificar la realidad en un sentido altamente positivo si se toman en serio. Los 17 ODS se concretan ya en 169 metas globales. Por ejemplo, las metas del Objetivo 1 contemplan reducir la pobreza a la mitad para 2030 no sólo a nivel general, sino desglosado para hombres, mujeres y niños (Meta 1.2) o lograr la erradicación de la pobreza extrema (meta 1.1).
Los temas cubiertos por la agenda contemplan aspectos económicos, ambientales, políticos y por supuesto sociales. (Ver Cuadro 1 al final con la versión formal y completa de los 17 ODS 2030)
Insertar imagen 17 ODS 2030
Urge revisar las Metas Nacionales
Para estos 17 objetivos hay 169 metas acordadas a nivel global. Sin embargo, cada país debe fijar sus metas nacionales en consonancia con las metas globales ya acordadas.
No todas las metas son relevantes en todos los países. Tampoco todas son viables. En muchos casos se requiere fijar una meta numérica para evitar que el objetivo “cero” se convierta en realidad en “cero” avance.
Desde la sociedad civil se requiere participar para exigir que las metas sean relevantes y pertinentes. Por ejemplo en México hay que revisar las metas del Objetivo 3 dedicado a la salud.
La meta 3.1 es reducir la mortalidad materna a una razón menor de 70 por cada 100 mil nacidos vivos está ya cumplida con creces. Y paradójicamente es la única meta de los Objetivos del Milenio, que debían cumplirse en 2015, que nuestro país no cumplió.
Es decir, en los ODM acordados en 2000 con plazo a 2015, la meta de mortalidad materna era reducir en ¾ la razón de mortalidad materna (RMM) respecto a 1990. Esto fijaba la meta para México en una RMM de 22 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
Esta meta de los ODM a 2015 no se cumplió. Los datos para 2012 (los más recientes disponibles) ubican la RMM en 42.5 para 2012, muy lejos y muy lento. (Se ubica en esos niveles en los últimos 5 años). La paradoja además es que los ODM eran menos exigentes que los ODS 2030. No puede ser ahora entonces que la meta 3.1 de los ODS 2030 no tenga sentido para México. Debemos llegar a una RMM de 22 en 2020 o en cuanto sea posible. Esto es irrenunciable. Es un ejemplo de una meta nacional que debe ajustarse y debe cuidarse porque si no pierde relevancia el ODS para el país.
Otro ejemplo relevante, también en el ODS 3 referido a salud, está en la meta 3.8 que dice: “Lograr la cobertura sanitaria universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos”. México está en el proceso de lograr la cobertura universal de salud como un mandato de la Ley General de Salud desde 2010. Esto no puede esperar a 2030. Para esa fecha, requerimos un sistema integrado, único, con las más amplias coberturas.
Como estas metas, varias más requieren revisarse para ser relevantes y para ser viables. Esta revisión no se puede hacer con seriedad si el gobierno presenta las metas como “hecho cumplido” y no ofrece un espacio de diálogo real al respecto, con la sociedad civil.
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