Mientras más cerca está la fecha de los comicios, más acciones de compra de votos se reportan a lo largo y ancho de la República. Más de 300 ciudadanos han participado en el ejercicio de denunciar el uso electoral de los programas sociales con recursos presupuestales destinados a la superación de la pobreza a través del sitio Democracia sin pobreza .
La debilidad institucional que caracteriza al proceso electoral en curso se hace más evidente ante el incremento de acciones ilegales de compra de voto y la ineficacia en la investigación y penalización por parte de las autoridades encargadas de garantizar la vigencia del derecho al voto libre y secreto.
El proceso electoral está transcurriendo sin que la República tenga un fiscal general autónomo y sin fiscal anticorrupción, dos brazos que deberían complementarse en la tarea de garantizar el ejercicio pleno de los derechos políticos y sociales de los mexicanos.
La vulnerabilidad de los programas sociales permite a dirigentes de partidos y candidatos el uso electoral a la vista de las autoridades fiscalizadoras y el tribunal responsable de penalizar las conductas electorales ilícitas avala el empleo de monederos y tarjetas electrónicas como recurso de propaganda proselitista en omisión a su contenido real como promesa de compra de votos.
Mientras más cerca está la fecha de los comicios, más acciones de compra de votos se reportan a lo largo y ancho de la República. Más de 300 ciudadanos han participado en el ejercicio de denunciar el uso electoral de los programas sociales con recursos presupuestales destinados a la superación de la pobreza a través del sitio Democracia sin pobreza .
En 28 de las 32 entidades de la república hay reportes de acciones y en 24 de ellas los electores están recibiendo ofertas de dinero a cambio de su voto. De acuerdo con los reportes de los ciudadanos los montos de dinero van desde 150 hasta 10 mil pesos. Lo que más prolifera es la entrega de cosas a cambio del voto y la coacción mediante ofertas o amenazas de inclusión o exclusión de programas sociales.
A los tinacos, despensas, láminas, becas, planchas, tabletas y otros artículos que tradicionalmente se han repartido ahora se suman las cisternas que permiten a los candidatos y dirigentes de los partidos tener la información de las credenciales de elector de todos los habitantes de un hogar. Lo mismo ocurre con la oferta de paneles solares para generación de energía que se han registrado como ofertas a cambio del voto en algunas de las delegaciones de Ciudad de México.
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