El éxito de la participación ciudadana no consiste solamente en que un grupo de individuos tome parte de la acción pública, sino que esta acción colectiva se multiplique y que contribuya a producir mayores niveles de bienestar.
México no es un país pobre, sin embargo, más de la mitad de su población sobrevive día a día en el abismo de la pobreza. Hoy como hace 25 años más del 50 % de la población vive en condiciones de pobreza. Con la diferencia de que hoy son casi 10 millones de personas más que hace 25 años: en total, 63 millones de personas sobreviven cada día en esta situación. El problema es que no solo afecta a quienes se encuentran en esta condición. La pobreza:
- Debilita nuestra democracia, al generar un terreno propicio para el clientelismo, la corrupción y la impunidad.
- Debilita nuestra economía, al condicionar el mercado interno.
- Mina nuestra estabilidad y nuestra viabilidad como país, al excluir a millones de personas y regiones enteras del desarrollo.
- Y por desgracia ha sido el caldo de cultivo propicio del crimen, la violencia y la violación sistemática de derechos humanos que flagelan al país.
- Convencidos de que esta realidad debe y puede cambiar es que en mayo de 2015 surgió Acción Ciudadana Frente a la Pobreza para impulsar cambios que enfrenten las causas y las barreras que producen pobreza y desigualdad en México.
En este recorrido de tres años, y con la ayuda de muchos amigos, aliados y cómplices sin los cuales nada de esto hubiera sido posible, estos son algunos de los proyectos e iniciativas que hemos desarrollado:
a) #CeroListasdeEspera: Articulación de esfuerzos con 20 organizaciones de la sociedad civil para impulsar un ejercicio de observación ciudadana de los servicios de salud con la participación de más de 700 voluntarios en 16 entidades federativas, el cual nos permitió elaborar el primer Reporte Ciudadano sobre Calidad y Acceso Efectivo a la Salud en México que confirmó un desastre generalizado en el la calidad de los servicios de salud: 2/3 de las unidades de primer nivel no surten medicamentos completos y en 42% de las cirugías las familias de los pacientes tuvieron que completar para materiales y medicamentos. 6 de cada 10 unidades de emergencia incumple con los tiempos establecidos por la norma, entre otros hallazgos relevantes.
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