La situación económica es muy grave y lo será más en los próximos años. Si seguimos por esta vía, nos encaminamos a un ambiente de recesión, agravado por el recorte drástico al gasto público en servicios esenciales de salud y educación, debilitados aún más por una austeridad mal entendida.

Todo parece indicar que México vivirá una nueva oleada de empobrecimiento en los próximos meses si se permite, como única política económica, la que ha sido planteada por el gobierno federal en sus criterios presupuestales de 2017.

La situación económica es muy grave y lo será más en los próximos años. Si seguimos por esta vía, nos encaminamos a un ambiente de recesión, agravado por el recorte drástico al gasto público en servicios esenciales de salud y educación, debilitados aún más por una austeridad mal entendida.

El país necesita imaginar nuevas fórmulas, sintonizado con el debate económico contemporáneo pues se ha demostrado –después de más de tres décadas- que las premisas y los modelos de la política económica mexicana, se quedaron atrás, anclados en los años ochenta, y nos han llevado a un virtual estancamiento crónico sin reconocer las nuevas evidencias ni las experiencias del mundo.

Por todo esto, un conjunto de organizaciones de la sociedad civil con la colaboración de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL) ha decidido realizar una Conferencia Internacional para atraer a la atención pública sobre este problema de graves consecuencias y de urgente solución. Especialmente buscamos aportar evidencia y propuestas para considerar otras opciones de política, considerando al salario mínimo como un factor de crecimiento económico por su efecto en el mercado interno y por su efecto redistributivo.

El salario mínimo de México es, probablemente, el más bajo del mundo. Este hecho, documentado ya por varias fuentes, no es fruto de condiciones económicas adversas, sino de decisiones políticas que lo han mantenido intencionalmente deprimido, durante más de 35 años.

Y peor: un salario mínimo tan bajo arrastra al conjunto de salarios y sueldos del resto de trabajadores en el país.

Los bajos ingresos de los trabajadores son la principal causa de la pobreza en nuestro país. Así lo demuestra el “Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe: Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

También en su más reciente Informe sobre el Desarrollo Humano para México, el PNUD muestra cómo ha perdido valor el salario de los trabajadores en los últimos 15 años en relación con el costo de la canasta de productos más básicos.

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¿Nueva oleada de empobrecimiento?