Hay formas para actuar en este momento, si queremos trascender la cultura de la pasividad y el conformismo. Como la iniciativa ciudadana de Ley 3de3.

Activismo cívico: “¿Cómo le hago?”

El ejercicio práctico de la ciudadanía con sus derechos y obligaciones no es muy frecuente.  Muchas personas no saben “cómo hacerle”. Según la más reciente Encuesta de Cultura Política, sólo el 34% de las personas han tratado de organizarse con otras afectadas para resolver un problema común.

Hay temor y dudas, y también hay falta de experiencia y desconocimiento sobre cómo participar activamente.  

Déficit de cultura cívica en la práctica

“¿Puedes mandarme el formato a mi casa para firmarlo?” se convertirá en una frase célebre, que muestra el nivel de conchudez al que puede llegar una persona informada, con recursos, con Internet, con impresora, pero que no se quiere tomar la molestia de imprimir el formato de apoyo a la “Ley 3 de 3” y enviarlo al punto de entrega. 

“¿Y puede haber represalias? ¿Nos pueden quitar el apoyo del programa X?” fue una pregunta comprensible –y dolorosa- que me hicieron en Chiapas en una reunión con una organización de productores campesinos indígenas, cuando les invite a juntar firmas para la Iniciativa “Ley 3 de 3”.  Se comprenden sus temores. Y mi respuesta, a mi pesar, fue “Espero que no. No creo. Aunque no lo puedo asegurar al 100%. Recomiendo sí participar porque hay que ejercer los derechos ciudadanos, aun por encima de amenazas o temores”. 

“Les dejamos la hoja en la mesa al empezar y dimos el aviso.  Después de 3 días, nadie había firmado, hasta que fuimos y les pedimos que lo hicieran en ese momento”. Me cuenta una persona en relación con un curso de formación, en donde todas las personas eran muy conscientes y estaban dispuestas a firmar. “Firmaron hasta que pasamos la hoja y les ayudamos a llenar el formato.” Queda claro que es falta de costumbre. 

La otra cara de la moneda, es una joven de 19 años, compañera de escuela de mi hijo, quien me mandó los formatos con 40 firmas reunidas en la primera semana desde que se anunció la campaña.  Por iniciativa propia, imprimió formatos y se dedicó a pedir la firma a sus amigos y compañeros. 

Hay ciudadanos que han impreso más de 20 formatos y han juntado por sí mismos cerca de 200 firmas.  

Pero estos casos no son el promedio. ¿Porqué?

También falla el ejercicio de derechos sociales básicos 

Algo similar sucede en otros campos sociales, como el sector salud. Las personas que no reciben sus medicamentos completos no presentan quejas. Cuando no les hacen los estudios médicos (análisis, radiografías, tomografías), no saben qué hacer y acuden a servicios privados.  En los casos que se requiere una cirugía o tratamiento complejo –generalmente con alto costo- la desesperación y la búsqueda de “contactos” o formas de recibir el servicio es la constante. 

No hay opciones institucionales frente a estas situaciones que violan la normatividad y el derecho a la salud.  Son una “negligencia administrativa” que afecta gravemente la salud de muchas personas.

La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha documentado los problemas del acceso efectivo a la salud. No basta la afiliación. Se viola la normatividad al no entregar los medicamentos y negar los estudios.  El “Seguro Popular” falla en su objetivo al negar la prestación del servicio, por falta de insumos, de equipos o de espacios. 

El sector salud no cuenta con mecanismos de exigibilidad para hacer efectivos los derechos de los usuarios conforme a la normatividad.  El sistema de quejas no ofrece opciones de solución ágil para los problemas. Y la contraloría social (el “Aval Ciudadano”) no tiene efecto práctico sobre la prestación del servicio. Se ha convertido en un trámite burocrático más, con poco efecto en la mejora de la atención. 

La otra cara de la moneda son los 700 voluntarios que participaron en el ejercicio de observación ciudadana de la campaña Cero Listas de Espera del que surge el Primer Reporte Ciudadano sobre Calidad y Acceso Efectivo a la Salud. Estas personas de manera voluntaria, visitaron los establecimientos de salud en varias ocasiones, aplicaron los cuestionarios, organizaron brigadas o apoyaron con la captura de las tarjetas de medición ciudadana en el portal de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. 

¿Qué podemos hacer?

Juntamos estos dos ejemplos, en campos y aspectos muy diferentes, en un mismo texto, para ilustrar el problema de nuestra cultura cívica. Y de los problemas prácticos para ejercer nuestros derechos. La tarea será generar medios y formas accesibles y efectivas para participar, asumiendo responsabilidades y ejerciendo derechos.

Y también, porque hay formas para actuar en este momento, si queremos trascender la cultura de la pasividad y el conformismo. 

Si aceptamos que hay que empezar a transformar estas realidades y sobretodo para superar la parálisis por no saber qué hacer, proponemos dos acciones:

  1. Impulsar la Iniciativa Ciudadana de “Ley 3 de 3”.  Se requiere firmar un formato y entregarlo para impulsar que este proyecto de Ley contra la corrupción sea presentado al Congreso y presionar por su aprobación. Mejor aún, juntar firmas. Si posible salir a las plazas el 13 de marzo a invitar a muchas personas a sumarse a esta Jornada contra la Corrupción. Aquí toda la información
  2. Apoyar la campaña de recaudación de fondos para producir la serie “clips por la salud”. Es un proyecto para generar varios videoclips breves, de buena calidad y mensaje contundente, que promuevan acciones frente a las fallas de los servicios y la falta de transparencia en la aplicación de los recursos públicos para la salud.  Se trata de evidenciar la tolerancia frente a la corrupción que afecta los servicios públicos de salud. Necesitamos completar los fondos para producir estos videos. 

En síntesis: 

  • Te invitamos a firmar y a juntar firmas para presentar la Iniciativa Ciudadana de “Ley 3 de 3”. 
  • Te invitamos a apoyar con $100, $200 ó más para completar lo necesario para producir los videos para que puedan llegar a más personas. Aquí se puede aportar