El hartazgo frente a la corrupción, la inseguridad, la injusticia y la simulación definirán el voto de la gran mayoría. El hartazgo es comprensible

La mayoría quiere un cambio. De fondo. El hartazgo frente a la corrupción, la inseguridad, la injusticia y la simulación definirán el voto de la gran mayoría.

El hartazgo es comprensible. Lo compartimos casi todos. Hay amplio consenso —¡hasta en Meade!— en cuáles son los problemas.

Por eso AMLO ha sido eficaz. Expresa una y otra vez los problemas que padecemos, de una manera clara. Muy creativa y popular. Pero eso no basta.

Por ejemplo, para terminar la corrupción, ¿cuál es la solución? ¿No investigar a Peña? Algo así como “borrón y cuenta nueva” como propone AMLO. O “quien la hizo que la pague”, investigar a Peña y si es culpable que vaya a la cárcel. Como propone Anaya.

El dilema entonces, no consiste en repetir una y mil veces los problemas. Sino en cuál es el cambio. ¿Hacia dónde cambiar? ¿En qué consiste el cambio?

Enumero algunas razones por las que estoy convencido que el cambio real es con el Frente y con Anaya:

1. Frente a la corrupción, romper el pacto de impunidad. Con una fiscalía independiente, con una comisión de la verdad frente a casos de corrupción y de violación de derechos humanos.

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