Mejorar el ingreso laboral,
el gran pendiente
Los resultados de la ENIGH 2022 confirman el bajo nivel del ingreso laboral de millones de personas: si bien se nota un ligero incremento (4.6% más de 2018 a 2022), casi dos terceras partes de los hogares tienen un ingreso menor al promedio de 21,232 pesos al mes.
1 de agosto, 2023
La inmensa mayoría de las familias mexicanas viven de lo que trabajan; los ingresos por su trabajo es el principal sostén del hogar, pero desde hace décadas millones de personas subsisten con bajos salarios, y aunque en los últimos años ha mejorado, aún falta mucho para lograr que el trabajo sea la vía para superar la pobreza.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2022) que presentó el INEGI el pasado 27 de julio, confirman el bajo nivel del ingreso laboral de millones de personas.
Si bien se nota un ligero incremento (4.6% más de 2018 a 2022), casi dos terceras partes de los hogares tienen un ingreso menor al promedio de 21,232 pesos al mes.
Y peor aún, la mitad de los hogares tiene un ingreso total; es decir, producto de todas las entradas económicas del hogar, de 15,776 pesos por mes. Ahí se ubica el “punto medio” o mediana del ingreso.
Un tema a destacar es que la causa principal de los bajos ingresos en los hogares son los montos tan bajos producto de los ingresos por trabajo. La mitad de los hogares viven con 10,272 pesos mensuales o menos por este concepto.
La ENIGH 2022 es reveladora por varios motivos que vale la pena abordar para poner el dedo en el renglón sobre los retos que hay hacia adelante y lograr que todo aquél que trabaje, deje de ser pobre.
Un análisis de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza sobre la encuesta del INEGI revela que el ingreso derivado por trabajo representa el 84% del ingreso líquido de los hogares (sumando ingreso por trabajo presente más el devengado en trabajo pasado; es decir, jubilaciones y pensiones). (aquí el documento completo https://frentealapobreza.mx/doc50/)
El punto medio
El promedio del ingreso corriente de los hogares es de 21,232 pesos al mes, el punto medio, o mediana, se ubica en 15,776. Esto quiere decir que casi 19 millones de hogares, la mitad del total, tienen ese nivel de ingreso sumando todas las fuentes de ingreso de todas las personas que integran esos hogares.
El promedio del ingreso (“corriente”) se ubica por encima del promedio del decil VII. Lo cual quiere decir que casi dos tercios de los hogares del país (63%) tienen un ingreso menor al promedio.
Ver gráfica 1
Fuente: Elaboración propia con datos INEGI (2023). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022. Tabulados básicos
Sin embargo, si acotamos a los ingresos por trabajo, los datos de la ENIGH muestran que la mitad de los hogares sobreviven con un ingreso laboral igual o menor a 10,272 pesos al mes. Ahí se ubica el “punto medio” del ingreso laboral. Son 3,681 pesos menos que el promedio, que es de casi 14 mil pesos al mes.
Con respecto al 2018 hay una ligera mejoría de 6%, cuando el punto medio se ubicó en 9,655 pesos al mes y el promedio en 13,666.
Para 33.2 millones de hogares (9 de cada 10), el trabajo es la principal fuente de ingresos, y pese a la ligera mejoría, los bajos ingresos laborales permanecen y afectan a millones de personas.
Por ejemplo, en el decil I, el más bajo de todos en el que hay 3 millones 756 mil hogares, el ingreso por trabajo es de 1,906 pesos al mes, lo cual ni siquiera cubre el costo de la canasta alimentaria de UNA persona.
Y si nos vamos hasta el decil IV (es decir, al ingreso de casi 15 millones de hogares) el ingreso por trabajo es 7,680 pesos, menor al costo de dos canastas básicas.
Ver gráfica 2
Elaboración propia con datos INEGI (2023). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022. Tabulados básicos. Nota: El costo de las canastas alimentaria y urbana corrresponde a zonas urbanas. Ver notas 6 y 7 para costo de las canastas en zonas rurales
Para tener un panorama cronológico, de 2018 a 2022, el ingreso por trabajo creció 2% en promedio. En los hogares de menores ingresos, los del decil I, el incremento fue de 30%; en los del decil II de 14%; en los del III del 7%, y en los del IV y V de 6%. Pero dados los magros ingresos de estos hogares, esto significa 436 pesos más al mes para hogares del decil I, 485 más para hogares del decil II, 396 pesos más para hogares del decil III, 548 pesos para hogares del decil IV y 542 pesos más al mes para los hogares del decil V.
Ver gráfica 3
Fuente: Elaboración propia con datos INEGI (2023). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022. Tabulados básicos. Nota: Pesos de valor constante = 2022.
¿Y los programas gubernamentales?
Hay que desmitificar la idea de que los programas gubernamentales son la solución; sin duda son una ayuda, pero con base en los datos duros, esas transferencias representan menos del 3% del total del ingreso de los hogares. Es decir, por cada 100 pesos de ingreso, apenas 2.80 provienen de este mecanismo.
Además, tienen un alto nivel de exclusión: sólo 12.8 millones de hogares los perciben (34%) y 24.7 millones (66%).
Entre los hogares de menor ingreso, de los deciles I al IV, únicamente 5.9 millones perciben transferencias gubernamentales. El 61% del total.
Ver gráfica 4
Fuente: Elaboración propia con datos INEGI (2023). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022. Tabulados básicos.
Los programas gubernamentales de transferencias tienen nulo efecto redistributivo y son poco efectivas como acciones de equidad e inclusión.
Con un enfoque de equidad y redistribución se esperaría que los hogares de menores ingresos fueran quienes tuvieran más cobertura y mucho más monto. Pero no es así; la cantidad total de recursos presupuestales destinada a los hogares de menores ingresos es muy similar a la que reciben los de mayores ingresos. Esto es contradictorio, sobre todo considerando las abismales diferencias en ingreso líquido y en ingreso por trabajo.
Ver gráfica 5
Fuente: Elaboración propia con datos INEGI (2023). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022. Tabulados básicos. Nota: El monto por hogar considera únicamente hogares que reciben transferencias (34% del total de hogares, ver figura 5)
La ENIGH 2022 muestra algunas paradojas que valen la pena apuntar: por un lado, que la mejora del ingreso en los hogares en los sectores más bajos se explica, principalmente, por la mejora en los ingresos por trabajo, lo cual demuestra que es posible avanzar más y más rápido para erradicar los salarios que producen pobreza.
Por otro lado, que las transferencias monetarias de programas gubernamentales han incrementado su gasto total, aun así, 6 de cada 10 hogares, en los sectores de menores ingresos, están excluidos.
En ese sentido, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza insiste en las propuestas para mejorar el ingreso laboral y erradicar los salarios de pobreza y que, al menos hacia la recuperación del salario mínimo del 2024, se cubra el costo de dos canastas básicas: 8,600 pesos al mes, libres.
Las empresas, sobre todo las grandes y medianas, y obligadamente las que se denominan “socialmente responsables”, deben adoptar el compromiso con el ingreso digno y dar el primer paso.
También subrayamos la importancia de crear una política laboral que establezca un proceso de diálogo social para alinear la mejora salarial con el crecimiento de la productividad, y para garantizar el cumplimiento de las normas del derecho humano al trabajo.
La próxima semana, el 10 de agosto, el Coneval dará a conocer los resultados de la medición oficial de la pobreza. Es previsible estimar que habrá una reducción y que, sin duda, ésta tendrá como principal razón la mejora de los ingresos del trabajo.
Habrá que esperar los detalles, aunque, sin duda, aún habrá una distancia muy amplia para lograr que millones de personas que trabajan dejen de ser pobres.