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A la moda, la precariedad le acomoda

La industria gasta alrededor de 6 mil millones de pesos al año, más del triple de lo que destina a las contribuciones al seguro social, las prestaciones y el reparto de utilidades de todo su personal, que en conjunto suman 1,902 millones de pesos.

7 de julio, 2023


Usan slogans atractivos, orientados a generar status, aspiracionistas, de lucimiento y prestigio. Evocan a la distinción social, pero en México las empresas que conforman la industria de la moda tienen en sus entrañas condiciones contrarias a las que promueven en sus campañas publicitarias.

Millones de personas trabajadoras que conforman esta industria y que con su trabajo diario impulsan el éxito de las grandes firmas de comercio de prendas de vestir, calzado y accesorios, tienen a la mayoría de sus colaboradores en condiciones de precariedad y pobreza, por los bajos salarios que reciben.

Por segundo año consecutivo, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza analiza a fondo las condiciones laborales de las personas que trabajan en la industria de la moda y hace un “zoom” para poner bajo la lupa al pequeño grupo de empresas grandes y medianas de retail: tiendas de marcas internacionales de prestigio, departamentales y cadenas de supermercados.

A mediados del 2021, el primer reporte especial, “La precariedad está de moda”, desnudó la situación laboral que padecen millones de personas; en este segundo reporte, se da cuenta que, lamentablemente, “La precariedad no pasa de moda”.

En dos años no se notó avance; por el contrario, los datos duros del INEGI y del IMSS revelan que, en la industria de la moda, la precariedad les acomoda.

Nóminas con salarios de pobreza… es parte de su vida

La industria de la moda en conjunto la componen en México más de 370 mil unidades económicas, entre ellas miles de pequeños comercios y talleres familiares; pero para propósitos de este análisis, nos centraremos en las 4,414 empresas grandes y medianas del sector de comercio al menudeo (retail), que lo forman 2,971 supermercados, 1,112 tiendas departamentales y 331 tiendas comerciales.

Son las que se ubican en “la parte alta” del sector, las que reciben los mejores dividendos y donde la precariedad laboral es tremendamente palpable, a pesar de que pueden ser el detonante para revertir dicha condición.

Aunque apenas representan el 0.01% del total de las unidades económicas, captan poco más de la mitad del total de ingresos totales de la industria: 1.1 billones de pesos al año; ocupan al 30% del personal, tienen una producción anual de 343,800 millones de pesos (41% del total), y generan 235 mil millones de pesos de valor agregado, que representa el 49%.

Sin embargo, para estas grandes y medianas empresas, el total de gasto en remuneraciones representa apenas 1.2% de sus ingresos totales, que incluyen los salarios de directivos, personal administrativo y de supervisión, así como todos los gastos de personal: salarios, seguridad social, prestaciones y pago de utilidades.

Otro dato de escándalo es que sólo el costo total de los salarios del personal operativo representa la mitad de esa cantidad: 0.6% de los ingresos.

Como increíble contraste, en publicidad este segmento de la industria gasta alrededor de 6 mil millones de pesos al año, más del triple de lo que destina a las contribuciones al seguro social, las prestaciones y el reparto de utilidades de todo su personal, que en conjunto suman 1,902 millones de pesos.

Totalmente… precarios

La industria de la moda en México forma parte del emporio mundial; ha sido exitosa siempre; por ello es inconcebible que a las personas que trabajan en este sector se les castigue en sus salarios y se les maltrate en sus derechos.

De acuerdo con los datos oficiales más recientes, en el conjunto de la industria, incluyendo el sector manufactura y el comercio, trabajan 3.1 millones de personas; de ellas, al menos 2.3 millones (72%) carecen de ingreso laboral suficiente para superar el umbral de pobreza; es decir, se les paga menos de 8,600 pesos al mes.

Además, 1 millón trabaja jornada excesiva superior a 48 horas a la semana, al menos 1.3 millones carecen de afiliación al seguro social (53%) y 216 mil están subocupadas.

En comparación con hace dos años, la perspectiva salarial para el personal de este sector, ha sido negativa. 

De acuerdo con el reporte de 2022 de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, (que integra datos al cierre del 2021) la cantidad de personas ocupadas pasó de 2.8 millones a 3.2 millones; es decir, 377 mil personas más se incorporaron a trabajar en esta industria.

Sin embargo, las condiciones de precariedad se acentuaron: el porcentaje de quienes trabajan sin ingreso suficiente pasó de 63% hace dos años a 72% en la actualidad.

Para decirlo en números, hace dos años eran 1.7 millones de personas y ahora son 2.3 millones. El incremento es de 528 mil personas que trabajan en la industria de la moda y son pobres por su ingreso laboral.

Esta condición se presenta, incluso, en el personal con empleo formal registrado ante el IMSS.

Ahí son ligeramente más de 2 millones de personas, pero de ellas el 43%; es decir  870 mil personas, carecen de salario suficiente para superar el umbral de pobreza. Su salario base de cotizaciones no les alcanza para comprar dos canastas básicas al mes.

Sólo 190 mil personas (9%) ganan salarios dignos (más de 20 mil pesos al mes y hasta 40 mil pesos); quienes ganan más de esa cantidad apenas son el 3%. Pero, con salarios menores a 20 mil pesos al mes está el 44%. Son los que están en la línea de la sobrevivencia.

Fuente: Elaboración propia con datos IMSS. Base de datos de puestos de trabajo al 30 de abril de 2023. Manufactura incluye claves 23, 24 y 25. Comercio clave 62 y tiendas departamentales y autoservicio clave 64 

Que la moda sea: salarios dignos

Estos hallazgos del segundo reporte La precariedad no pasa de moda  permiten apreciar que las condiciones laborales de esa industria presentan muy altos índices de precariedad en todo el personal ocupado, incluidos los puestos de trabajo formal.

Ante dicho escenario, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reitera algunas propuestas y acciones que, consideramos, son urgentes emprender para el cumplimiento al derecho humano al trabajo digno.

En principio, exhortar a las grandes y medianas empresas a crear nóminas libres de salarios de pobreza; esto es, pagar por lo menos 8,600 pesos libres al mes, así como verificación del cumplimiento de la reforma que prohíbe la subcontratación abusiva, al menos en las tiendas departamentales y supermercados.

Se les invita a adoptar los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos, especialmente en lo laboral. Acordar con Organizaciones se la Sociedad Civil y autoridades planes de mejora de las condiciones laborales, incluyendo el plazo para pagar salarios dignos a sus colaboradores.

Además, generar medidas específicas que faciliten la inserción laboral de mujeres y jóvenes con mayores obstáculos de empleabilidad, en condiciones adecuadas.

Una industria tan rentable, con fuerte soporte internacional y que la integran cientos de empresas de las cuales muchas de ellas se hacen llamar Socialmente Responsables, no deberían tener pretextos ni justificaciones para ser los detonantes del cambio.

Que la moda, y slogan, sea pagar salarios dignos.

@FrenteaPobreza