Empresarios, organizaciones civiles y líderes políticos locales, agrupados en la Alianza por la Prosperidad, se comprometieron a impulsar un salario digno de al menos 10,050 pesos al mes, siguiendo el modelo de México Digno en Chihuahua.


Lograr un ingreso digno para las y los trabajadores es una tarea impostergable; esta será la única manera, no hay más, para comenzar a superar el nivel de pobreza que existe en México.

En las últimas semanas, diversos sectores de la iniciativa privada y sociedad civil han asumido compromisos relevantes con los cuales se comienza a vislumbrar que esta medida no sólo es necesaria, sino que es posible.

El pasado 3 de noviembre, en el Foro “Trabajo Digno”, celebrado en León Guanajuato, empresarios, organizaciones civiles y líderes políticos locales, agrupados en la Alianza por la Prosperidad, se comprometieron a impulsar un salario digno de al menos 10,050 pesos al mes, siguiendo el modelo de México Digno en Chihuahua, que ha sido impulsado también por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Ahí acordaron promover las propuestas de un estudio realizado por Bismark, empresa de investigación social de Chihuahua, que propone que cada familia cuente con 20,100 pesos al mes como ingreso para vivir dignamente.

Es significativo que el sector privado de Guanajuato haya dado este paso por ser una de las entidades del Bajío más importante en el sector industrial del país.

De acuerdo con el INEGI, en el 2020 (el dato más reciente) Guanajuato fue el lugar sexto que más aportó a la economía de México al generar una riqueza por 650 mil 175 millones de pesos, lo cual significa 4.3% del PIB nacional.

Aún con esta condición, la ciudad de León, por ejemplo, destaca por ser el municipio con la mayor cantidad de personas en pobreza en el país.

En esta ciudad, más de la mitad de la población trabajadora, casi 6 de cada 10, que representan 356 mil personas, no perciben un ingreso suficiente que les permita, por lo menos, comprar dos canastas básicas al mes.

En este indicador, el estado de Guanajuato se ubica en el octavo nacional en la cantidad de personas en pobreza por ingresos.
 
 
Estos niveles de pobreza tienen su raíz en los bajos salarios: 1 millón 180 mil personas trabajan sin ingreso suficiente para adquirir dos canastas básicas, prácticamente 6 de cada 10 no ganan lo suficiente para superar el umbral de pobreza, de quien trabaja y una persona más de su familia.

La iniciativa de la Alianza por la Prosperidad, que ya impulsa estrategias para alcanzar un ingreso digno en Guanajuato, se va extendiendo en varias ciudades del país y cada vez hay más empresas comprometidas con ese propósito, según explicó Francisco Santini, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Chihuahua y actual líder de México Digno.

Luis Gerardo González, actual presidente del CCE en Guanajuato, que también preside la Alianza por la Prosperidad, consideró que asumir el salario suficiente es una urgencia, así como desarrollar planes de mejora laboral para que el ingreso digno sea una realidad en León y en todo el estado, por ello ya se trabaja en 10 líneas para mejorar la calidad de vida de todas las personas, y el ingreso digno es una de las líneas prioritarias.

En ese mismo foro, Mauricio Basaglia, líder de la industria del calzado, presentó la iniciativa “No más pobreza Guanajuato”, donde reafirmó que lo importante es empezar a pasar de la palabra, a los hechos, subiendo los salarios más bajos.

Empresas Socialmente Responsables

Otro esfuerzo por el ingreso digno se realiza desde organizaciones nacionales que promueven la responsabilidad social de las empresas.

Por ejemplo, el Centro Mexicano para la Filantropía ya prepara un distintivo hacia el próximo año, para que aquellas unidades económicas que implementen el salario digno en sus colaboradores se les entregue el sello de Empresas Socialmente Responsables (ESR).

Pilar Parás, presidenta del Consejo Directivo de ese organismo, dijo que la versión 2.0 de ese distintivo considerará las buenas prácticas de los empleadores, lo cual implicaría, más que un salario suficiente, uno que alcance no sólo para comer, sino para que quienes trabajan vivan dignamente.

En otro frente, Miguel Gallardo, presidente de la Alianza para la Responsabilidad Social en México (AliaRse), que agrupa a los principales organismos empresariales como el CCE, la Concamin, la Coparmex y las asociaciones de la industria automotriz, farmacéutica y otras, consideró que han acordado una visión donde la responsabilidad social no puede dejar de lado la dignidad de las personas, y como parte importante de los derechos humanos, está el pagar salarios dignos.

Por tanto, emprenden el llamado para contribuir a pasar del salario suficiente para la línea del bienestar individual, a la línea de bienestar familiar.

Carlos Ludlow, de la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM) ha expuesto que se debe tener el coraje de cambiar las condiciones laborales, porque si como empresarios se puede avanzar sustantivamente en esto, México cambiará.

El mensaje de los diversos sectores del empresariado nacional va en la línea de lo que ha planteado Acción Ciudadana Frente a la Pobreza: erradicar la costumbre de pagar salarios bajos que crean fábricas de pobreza en México.

@FrenteaPobreza