8,500 pesos libres al mes no es un salario digno, sólo es lo suficiente para cubrir el costo de dos canastas básicas. Ninguna empresa formal, al menos las medianas y grandes, y sobre todo las que se ostentan como “Empresa Socialmente Responsable” deberían pagar menos.


Pagar bajos salarios se volvió costumbre, se normalizó. Se justificó con mitos y falacias de todo tipo, con medias verdades y dogmas sin sustento económico. Se dijo que el “alza de salarios provoca inflación”, que “no es posible aumentar salarios por decreto”, que “sin incrementar la productividad no hay como subir salarios”. Y se completó la narrativa culpando a “los programas sociales” por no reducir la pobreza.

Todos esos mitos sirven para justificar un sistema laboral que produce pobreza. Se normalizó y justificó pagar salarios que no cubren el costo de lo más básico para que una familia supere la línea de pobreza. Y así creamos un modelo económico “único” en el mundo, donde las remuneraciones al trabajo representan la cuarta parte del producto nacional (PIB). Mientras en otros países, las remuneraciones al trabajo son más de la mitad o al menos el 40% del PIB (ver figura 1).

Por eso, desde la sociedad civil, con base en evidencia sólida estamos promoviendo la campaña “Salario suficiente hasta lograr ingreso familiar digno”.

 

El objetivo es que las personas que trabajan tengan lo suficiente para vivir con dignidad, como dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art 23, 3).  Y estamos trabajando en dos “carriles”: hacia la IP y hacia las autoridades.

En el “carril” empresarial, quienes pueden actuar desde ya, proponemos un proceso de 2-3 años con un paso inicial inmediato.

La meta inicial es pagar al menos 8,500 pesos al mes. Este sería el punto de partida inmediato. Nóminas con salarios menores a 8,500 pesos son fábricas de pobreza, pues salarios menores hacen que quien trabaja y una persona estén por debajo de la línea de pobreza.

8,500 pesos libres al mes no es un salario digno, sólo es lo suficiente para cubrir el costo de dos canastas básicas. Ninguna empresa formal, al menos las medianas y grandes, y sobre todo las que se ostentan como “Empresa Socialmente Responsable” deberían pagar menos. ¡Ya!

El salario suficiente para superar la pobreza es solo el paso inicial. La meta de llegada a corto plazo para las empresas socialmente responsables (ESR) es lograr una remuneración que cubra lo necesario para lograr el ingreso digno familiar. Esto se puede y se debe alcanzar en 2-3 años, en la mayoría de las empresas, al menos en las medianas y grandes. Y también en muchas pequeñas que son altamente rentables.

El ingreso digno es un monto más alto. Pues va más allá del costo de la canasta básica para dos personas. Es un monto que rebasa a la mera sobrevivencia por encima de la línea de pobreza.

El ingreso familiar digno es la propuesta de varios grupos empresariales, que desde la sociedad civil aplaudimos y retomamos. Desde varios estados del país, hay grupos empresariales que se han concientizado que la pobreza es la fuente de muchos males y que superarla, al menos en lo que respecta a la pobreza laboral, es una responsabilidad de la IP, no del gobierno.

México Digno en Chihuahua ubica el ingreso familiar digno para ese estado en 22 mil pesos al mes y por eso propone que las empresas paguen al menos 11 mil pesos como mínimo. En Guanajuato la Alianza por la Prosperidad va a presentar pronto su estudio del monto para León. En Jalisco, Coincydes propone “Empresas Libres de Pobreza” e iniciar con salario al menos de 10 mil pesos al mes.

El ingreso familiar digno no puede ser impuesto por el gobierno.  Y es un monto variable en diferentes zonas del país. Lograrlo no puede ser un decreto, depende de cada empresa pues está ligado a su productividad y requiere un plan para adoptar una nueva política de remuneraciones que ya no esté basada en bajos salarios.

La campaña “Salario suficiente hasta lograr ingreso familiar digno” promoverá que cada vez más empresas adopten el ingreso familiar digno como parte central en su modelo de negocios. Y también estamos en diálogo para que las diversas iniciativas que surgen desde varios lugares del país se articulen y se comuniquen entre sí, para que haya unión de propósito y se logre atraer cada vez a más empresas. Se trata de crear una nueva cultura empresarial que ponga las personas al centro y la remuneración digna como “piedra angular” de las empresas.

En el otro carril, hacia las autoridades del gobierno, en las próximas semanas presentaremos al consejo de representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) una nota técnica con nuestra propuesta, como lo hemos hecho en años anteriores.

Nuestra propuesta es lograr en 2023 la meta sexenal. Esto es que el salario mínimo general sea suficiente para dos canastas básicas ya. Y por eso, vamos a proponer la fórmula con los dos componentes: 10% como porcentaje de referencia y 100 pesos más al día (3 mil más al mes) como monto independiente de recuperación (MIR), únicamente para el salario mínimo (en pesos, no en porcentaje).

Acá les invitamos a ver la conferencia de prensa donde presentamos los datos que sustentan la campaña “Salario suficiente hasta lograr ingreso familiar digno”.

La fórmula de dos componentes está ya probada y sabemos que no tiene efectos negativos.  La evidencia muestra que el incremento al salario mínimo en México, en su nivel actual, carece de “peso” como variable macro económica. Esta demostrado que el incremento al salario mínimo no impacta en la inflación. Al contrario, es indispensable para recuperar poder adquisitivo y no incrementar pobreza.

Retamos a quien tenga “otros datos” a que presente la evidencia sobre un posible efecto negativo de ajustar el salario mínimo. Quienes se oponen deben demostrar con evidencia -y no con dogmas o mitos- el efecto negativo de un ajuste en los términos planteados:

  • Un punto por encima de la inflación: 10% como porcentaje de referencia para el conjunto de los ajustes salariales y negociaciones contractuales (efecto “faro”)
  • Y 100 pesos más al día, únicamente al SMG, como monto independiente de recuperación (MIR) para que ya rebase el monto de dos canastas básicas, como se acordó desde hace años.

Retamos a quienes buscan asustar a los líderes empresariales con el fantasma de la “inflación” a que sustenten sus dogmas y mitos con evidencia y datos.

Invitamos a conocer los datos del Observatorio de Trabajo Digno. Les mostramos solo el indicador “sin ingreso suficiente” con los datos más recientes de la ENOE de INEGI (2022 – II).  El indicador contabiliza a quienes ganan menos del costo de dos canastas básicas.

Por eso, en diálogo con empresas y autoridades, vamos por “Salario suficiente hasta lograr ingreso familiar digno”.

@FrenteaPobreza