25 de julio, 2021
El trabajo anda muy mal en el sur… también en el centro y en el norte
Ya nos acostumbramos, pero no es normal que más de la mitad de la fuerza laboral esté en la llamada informalidad y que millones de personas trabajen con un ingreso que no alcanza para lo más básico.
La precariedad laboral es una realidad estructural, sistémica, pero para nada es normal. Aunque la precariedad laboral se haya “normalizado” por su permanencia en el tiempo, por explicaciones simplistas (“es la informalidad”), por el deterioro gradual, por “las tendencias globales”, o por el “neoliberalismo” o por cualquiera otra explicación simplista y evasiva, esta situación es indignante e inaceptable. Y no es normal. Se puede cambiar.
México tiene indicadores sociales y laborales por debajo de su dimensión y dinamismo económico. Alta informalidad, alta exclusión de las mujeres, uno de los salarios mínimos más bajos de América Latina y por supuesto, permanencia de la pobreza que afecta a alrededor de la mitad de la población. Todo esto desde antes de la pandemia. Ahora sólo está peor.
Por eso desde Acción Ciudadana Frente a la Pobreza creamos hace dos años el Observatorio de Trabajo Digno, para mostrar el escándalo y la grave contradicción que significa que millones de personas trabajen y no superen la línea de pobreza con su ingreso laboral.
Y ahora hemos creado un Semáforo del Trabajo Digno, para ilustrar con sólo 3 datos el tamaño del deterioro y la urgencia de actuar, con datos para el país, para 4 regiones: Norte, Centro, Sur y Valle de México. Y para las 32 entidades federativas.
Nuestro propósito es llamar la atención sobre la gravedad de la situación. Y lo más importante es presentar una agenda, hacer propuestas, viables, concretas, efectivas para transformarla en bien de la gran mayoría. Te invitamos a conocerla.
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