Si el trabajo anda mal la economía no puede funcionar. Pretender una economía sólida, y dinámica es imposible si uno de sus factores esenciales, el trabajo, es débil y precario. Hay que erradicar modelos de negocios que no pongan al centro los derechos laborales. Pues además “el trabajo” es el factor humano de la economía.

Cada tres meses, Inegi presenta un panorama desolador sobre el trabajo en México. Con sus datos, se sabe desde hace años que más de la mitad de la población ocupada trabaja en la llamada informalidad. Y que una cuarta parte trabaja en “condiciones críticas” y que hay millones de personas ganando menos del costo de la “canasta familiar”. Y no pasa nada o casi nada. Aun cuando la tendencia se ha ido deteriorando estos 15 años.

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