La falta de ingreso propio o el ingreso precario, que afecta a la mayoría de las mujeres en México, es considerada una de las principales fuentes de la vulnerabilidad ante el acoso, el abuso y la violencia.

Confinadas al trabajo del hogar sin remuneración y los cuidados, millones de mujeres en México carecen de ingreso propio y las que logran abrir las puertas del empleo se enfrentan a condiciones de precariedad laboral con salarios bajos, sin seguridad social, sin contratos y sin medios para la defensa de sus derechos.

Las barreras que enfrentan las mujeres para alcanzar su autonomía económica y para disponer libremente de su tiempo es el tema abordado por especialistas y activistas en la serie Mujeres sin derechos, una convocatoria de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza para aportar conceptos y datos que permitan avanzar en el ejercicio pleno de las mujeres en el derecho al trabajo digno y a la salud.

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