Enero 11, 2018
Urgen OSC transparentar recursos en salud para mejorar eficacia
- México tiene la esperanza de vida más baja de los países de la OCDE: 74.6 años, además ocupa el 2º lugar en prevalencia de obesidad.
- El gasto de bolsillo en salud se ubica en 44% del gasto total, el doble del resto de los países de la OCDE.
- La opacidad es el problema más urgente, pues la aplicación estatal de los recursos transferidos desde la federación, no es transparente
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la esperanza de vida en México es la más baja de los países integrantes del organismo internacional al ubicarse en 74.6 años, lo más grave, es que la diferencia se amplía. Mientras en la OCDE en promedio, la esperanza de vida creció 2.64 años en 10 años, en México creció únicamente 0.8 años. La brecha entre el promedio OCDE y México se amplió de 4 años a casi 6 años.
Por ello, en el marco del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, organizaciones que integran la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza hicieron un nuevo llamado a mejorar los servicios públicos de salud para garantizar el acceso efectivo de la población.
Al presentar el documento “Señales de alerta en el sistema público de salud y propuestas de tratamiento” indicaron que el crecimiento de padecimientos y las tendencias epidemiológicas exigen atención urgente, pues se multiplican las señales de alerta que afectan la efectividad, la equidad, la eficiencia y la transparencia del sistema de salud.
Mencionaron que nuestro país ocupa ya el 2º lugar en prevalencia de obesidad y tiene el doble de prevalencia de diabetes de los países de la OCDE, pues entre 2003 y 2013 la obesidad en mayores de 15 años se incrementó del 24% al 32% de la población, en tanto que la diabetes, la enfermedad crónica más directamente asociada con el sobrepeso y la obesidad, afecta al 15.9% de la población adulta, lo cual equivale al doble del promedio de la OCDE (6.9%).
Destacaron que las señales de alerta se multiplican. Los diagnósticos coinciden. Es urgente transformar el sistema público de salud, con medidas de corto plazo para mejorar transparencia y eficiencia así como reformas de gran calado para integrar el sistema y hacerlo sostenible y eficaz.
Recordaron que el gasto de bolsillo que los ciudadanos hacen al momento de usar los servicios o comprar medicamentos es del 44 por ciento del total, lo que es el doble del gasto promedio de la OCDE (19%).
De acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, la ciudadanía debe exigir que se coloque la reforma del sistema de salud como prioridad nacional y llamaron a abrir un gran debate nacional, serio y propositivo, que genere opciones de cambio al corto y al mediano plazo para hacer frente a los retos del sistema público de salud.
Hicieron hincapié en que el incremento de recursos destinados al sector salud en los últimos años no se ha traducido en una mejora equivalente de los servicios, principalmente por los problemas de opacidad y de eficiencia. Entre las señales de alerta se incluyen las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación que muestra que el Seguro Popular carece de indicadores, metas e información para evaluar el cumplimiento de su mandato.
Señalaron que las autoridades de Salud están fallando, especialmente en los servicios a cargo de los gobiernos estatales, que son responsables del “Seguro Popular” que debe atender a más de 57 millones de personas.
En ese esquema de protección en salud para quienes carecen de seguridad social, los gobiernos estatales reciben 83 por ciento de los recursos provenientes de la federación y aportan el 17 por ciento restante. La prestación de los servicios del “Seguro Popular” se realiza en las clínicas, hospitales y unidades bajo la responsabilidad de los Servicios Estatales de Salud de cada entidad.
En términos numéricos, el presupuesto en salud para población sin seguridad social se multiplicó por 2.4 al pasar de 96 mil millones a 232 mil millones de pesos en términos reales entre 2003 y 2013. Y aún hay 21.8 millones de personas con carencia de salud según CONEVAL.
Además, el costo administrativo del sistema público de salud es el más alto de la OCDE: 8.6% del total. Esta proporción no ha variado en los últimos 10 años pese al incremento sustancial en los recursos públicos.
Durante la celebración del Día Mundial de la Salud, la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza llama a que el Estado vea a la salud como una inversión que contribuye a la productividad y al desarrollo del país.
“La falta de salud genera costos humanos y económicos y se constituye en uno de los mayores factores de pobreza y desigualdad. Hay evidencia de que hay que invertir mayores recursos públicos en la salud, sin embargo primero hay que resolver los problemas de ineficiencia y opacidad en la aplicación de esos recursos”.
En este caso, destacó, “el orden de los factores sí altera el producto: Primero arreglar la ineficiencia y la opacidad y cerrar los espacios para la corrupción en el sistema de salud y luego invertir más recursos. Si no se arregla eso, es como tirar el dinero a la basura”, explicaron.