El semáforo del trabajo está en rojo. De una población productiva potencial de 75 millones de personas, solo 9 millones tienen trabajos que reúnen dos condiciones mínimas de trabajo formal decente. En cambio 35.3 millones tienen trabajos precarios. Y 24.6 millones están excluidas. Con ese “lastre” la economía no puede crecer de manera sostenida (Ver Semáforo en www.frentealapobreza.mx).
Esta realidad es estructural. El deterioro laboral se ha acumulado por décadas y se ha vuelto algo normal. Urgen cambios de fondo para reordenar el sistema laboral y colocar los derechos laborales en el centro del modelo económico.
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