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El Fracaso

  • Fracasó la política social del gobierno que está por concluir, no cumplió su compromiso con los más pobres.
  • No hubo estrategia efectiva para superar la pobreza y aumentó el número de personas pobres. * Se prefirió la simulación y el maquillaje de cifras.
  • Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presenta sugerencias de política social al nuevo gobierno.
  • La inercia podría erosionar el cambio que es urgente e indispensable.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza dio a conocer un Reporte Especial sobre los Resultados del Gobierno de México frente al Hambre y la Pobreza. El documento denominado “El Fracaso”, incluye propuestas al nuevo gobierno para adoptar un nuevo modelo que articule la política económica y la política social y adoptar un enfoque que garantice el ejercicio de los derechos para todas las personas, especialmente quienes viven en pobreza.

El texto -documentado en cifras y datos oficiales- expresa la preocupación de la sociedad civil por el aumento de personas en pobreza, la permanencia y profundidad de las brechas entre los estados del sur con el resto del país y los insuficientes resultados obtenidos ante el hambre en México.

Atribuye el fracaso al impulso de políticas generadoras de pobreza; a la decisión de preferir las ocurrencias en vez de las evidencias en el desarrollo de políticas públicas, y al objetivo de simular resultados en vez de resolver las carencias y los obstáculos en el ejercicio de derechos.

El Fracaso muestra el incremento de la corrupción con recursos públicos destinados a la superación de la pobreza y al uso clientelar con fines electorales de los programas sociales.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza hace también un conjunto de recomendaciones al próximo gobierno a partir de su preocupación ante el riesgo de que la inercia erosione la intención del cambio “urgente, indispensable y posible” que se pretende.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza informa que este reporte y sus partes serán utilizados para presentar el caso de México ante instancias internacionales como el Comité Económico y Social de la ONU o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Hechos, datos y cifras

El Fracaso, Reporte Especial Sobre los Resultados del Gobierno de México frente al Hambre y la Pobreza, se puede consultar en www.cohesionsocial.mx

Presentamos algunos fragmentos:

Este gobierno que está por terminar no cumplió su compromiso. El fracaso se explica sobre todo por decisiones y políticas que no mejoran los ingresos ni el ejercicio de derechos básicos de millones de personas. México no es un país pobre. Esta situación no es normal. Estas políticas no deben mantenerse.

Hay 55.3 millones de personas en pobreza, casi 100 mil más que al inicio del sexenio.  62 millones carecen de ingreso suficiente para adquirir lo más básico para vivir. Casi un millón y medio más que en 2012. Ambos, datos oficiales del CONEVAL.

El balance es muy negativo. Las tendencias más relevantes: pobreza laboral, pobreza crónica que produce “hambre”, permanencia de la desigualdad étnica y territorial, permanecen o se agravaron.

Crecen los trabajos que producen pobreza

El gobierno ha hecho mucha propaganda sobre la creación de empleos. En realidad, se han perdido trabajos de mayor remuneración y se han incrementado los de baja remuneración que producen pobreza.

El 40% de quienes trabajan no ganan lo suficente para adquirir la canasta alimentaria, trabajan para vivir en pobreza extrema.

No hay resultados frente al “hambre”

Este gobierno ofreció “hambre cero”. No está cerca de lograrlo.

La carencia alimentaria pasó de afectar a 27.4 millones en 2012 a 24.6 millones de personas. Son sólo 2.7 millones de personas menos. A este ritmo, tomaría 118 años llevar esta carencia cerca de “cero”.
La población con ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria pasó de 23.5 millones en 2012 a 21.4 millones. Sólo 2.1 millones de personas menos. Con esta velocidad, llevaría 130 años que la población en este nivel de ingresos fuera cercana a “cero”.
La población con inseguridad alimentaria severa pasó de 11.3 millones en 2012 a 9.96 millones. Son sólo 1.4 millones de personas menos. Siguiendo este ritmo tomaría 74 años llevar esta cifra cerca de “cero”

Permanencia e incremento de las brechas de desigualdad

En este sexenio no se cerraron las principales brechas de desigualdad. En este campo ofrecemos dos ejemplos: los estados del sur – sureste y las condiciones de la población indígena.

Tabla 1

Evolución de la pobreza y la población con ingreso inferior a la línea de bienestar en estados del Sur-sureste: 2012-2016

Se mantiene la desigualdad que discrimina a la población indígena

Las disparidades que enfrentan la población indígena es alarmante. Y no se modificaron:

Sólo el 7%, poco más de 1 de cada 20 personas indígenas, no presenta carencias o ingreso insuficiente (era el 8% en 2012)
El 72% de las personas indígenas vive en condición de pobreza, son 8.3 millones de personas. En 2012 eran igual 72% en pobreza, eran 8.2 millones de personas.

El 42% tiene un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria, son 4.8 millones de personas.  En 2012, igual era el 42% y casi 4.8 millones de personas.[1]+

Razones del fracaso

A. Impulso a políticas generadoras de pobreza

El presente gobierno impulsó varias políticas que son directamente generadoras de pobreza.

El ejemplo más claro y relevante es la política salarial de la Secretaría del Trabajo, a través de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI)

El documento enlista otras políticas que son generadoras de pobreza.

B. Preferencia de ocurrencias y desprecio a la evidencia

Hay muchos ejemplos de cómo el gobierno mantuvo la dinámica de ocurrencias y su desprecio práctico por la evidencia.

El primer fracaso fue la Cruzada Nacional contra el Hambre

No pudieron “encontrar” a toda la población objetivo de la Cruzada. A mediados de 2017, la SEDESOL apenas había logrado identificar en su “Sistema de Focalización para el Desarrollo” al 33% de la población con carencia alimentaria y al 85% de la población en pobreza extrema con carencia alimentaria.

Deficiencias serias de origen desde el diseño: el problema público no está bien definido y los objetivos están dispersos y mal planteados

La Cruzada no logró su meta: reducir a “cero” la pobreza extrema alimentaria. Se redujo de 7 a 5.1 millones de personas.

Se mantuvo la fragmentación y dispersión de mini programas y crecieron los programas sin resultados y opacos

El otro ejemplo de desprecio por la evidencia y preferencia de las ocurrencias es el comportamiento del presupuesto de los programas federales.

Desde hace más de 10 años, mediante el Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales, Gestión Social y Cooperación, A. C. (Gesoc) ha insistido en el mal desempeño de muchos programas como una de las explicaciones de la falta de resultados frente a la pobreza.

Los datos de GESOC muestran el deterioro de la programación y presupuestación de la política social. Los programas opacos, dispersos y con escasos resultados, tuvieron un incremento al pasar de 268 mil millones de pesos (mdp) en 2013 a 528 mil mdp en 2017.

C. Simular en lugar de resolver

Una de las características de las decisiones políticas recientes fue preferir la simulación a buscar soluciones a problemas complejas.

El engaño de la Estrategia Nacional de Inclusión Social.

La Estrategia Nacional de Inclusión Social es en realidad un conjunto de acciones destinadas a modificar las variables de la medición de la pobreza.

La medición de la pobreza considera siete indicadores. Cada uno de ellos fue alterado mediante acciones que, sin transformar la realidad de las personas, dieran un efecto de mejora en la reducción de las variables y así disminuir la pobreza.

Reducir el rezago educativo en niñas (os) en guarderías y otorgando diplomas de primaria a adultos mayores.

Para reducir la carencia en salud se incrementó la afiliación al Seguro Popular o al IMSS sin alcanzar la cobertura universal y sin garantizar la atención efectiva.

Para reducir la carencia por seguridad social la única herramienta disponible fue incrementar la cobertura de los programas sociales de adultos mayores.

Para reducir las carencias de condiciones de la vivienda y acceso a servicios, se presionó mucho a los estados y municipios.

Para reducir la carencia por acceso a la alimentación se promovió la campaña de publicidad “sano, suficiente y variado”.

Para modificar la variable de ingreso se acudió al reparto de cartillas sociales.

D. Corrupción y uso clientelar de los programas

El proyecto #DemocraciaSinPobreza realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza   como observación del proceso electoral, incluyó la realización de una encuesta. Estos son algunos resultados:

Un tercio de los electores, alrededor de 29 millones de personas recibieron una oferta, una promesa o una amenaza a cambio de su voto. La buena noticia es que la mayoría, 15.5 millones (17% del total de electores) decidió rechazarla.

También es buena noticia que entre los 9.1 millones que sí recibieron una oferta, promesa o amenaza, el 78% considera que eso no compromete su voto. Es decir ¾ partes de la población que vivió compra y coacción no condicionó su voto.

La situación más grave, según la encuesta, es que a 2.3 millones de personas, el 2.7% de la muestra, le retuvieron su credencial.

¿Hacia dónde cambiar?

Ante este panorama, el cambio resulta urgente. Debe ser un cambio de fondo. Una auténtica transformación.

Es indispensable romper el divorcio entre política económica y política social. No hay manera de lograr reducciones significativas y sostenibles de pobreza únicamente a base de programas sociales.

Tabla 2

Cambios en la política económica para lograr resultados frente a la pobreza y la desigualdad

Fuente: Elaboración propia

2. Adoptar el enfoque de derechos del art. 1º constitucional en las políticas frente a pobreza y desigualdad

El segundo cambio de fondo es perfectamente complementario. Su fundamento es el art. 1º de la Constitución que establece la vigencia de todas las disposiciones en materia de derechos humanos, establecidos en Tratados y otros instrumentos internacionales de los que México forma parte.

Cambios institucionales urgentes:

Transformar la CONASAMI y recuperar gradualmente el valor del salario.

Priorizar las acciones que generan movilidad social y evitan la permanencia de la pobreza durante el ciclo de vida y hacia la siguiente generación:

Los primeros mil días de vida, para garantizar el desarrollo del cerebro desde la gestación hasta los primeros dos años de vida.
La culminación del ciclo educativo con competencias básicas, al menos hasta completar el nivel secundario, que en México equivale a la educación media superior (EMS).
Generar opciones de “2ª Oportunidad” para jóvenes mayores de edad que no concluyeron el ciclo secundario (la EMS).
La perspectiva de género, obliga a tener acciones de igualdad en oportunidades educativas así como generar condiciones para la incorporación de las mujeres al trabajo productivo.

Otras propuestas de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza al nuevo gobierno están relacionadas con la necesidad de Invertir en fomento al cooperativismo y las empresas de propiedad social; crear un Registro Nacional Ciudadano que funcione como “padrón único” obligatorio para todos los programas sociales, y la oportunidad de establecer mecanismos efectivos de democracia participativa.

El documento El Fracaso, Reporte Especial Sobre los Resultados del Gobierno de México frente al Hambre y la Pobreza se puede consultar en: www.cohesionsocial.mx