La duración de la jornada de trabajo podría ser un factor determinante del cumplimiento de derechos laborales, las personas con trabajo por algunas horas o hasta medio tiempo podrían padecer condiciones laborales más precarias.

La posibilidad de la flexibilidad para trabajos por medio tiempo o algunas horas es reciente en nuestra legislación y sin embargo, quienes tienen jornadas más breves no están en peores condiciones que quienes trabajan más horas.

Resulta totalmente revelador e indignante que personas con jornadas completas (40 a 48 horas a la semana) o incluso con jornadas excesivas (más de 48 horas), presenten indicadores tan altos de violación de sus derechos labores y precarización de sus condiciones de trabajo.

Reiteramos que los datos corresponden únicamente a personas con trabajo asalariado, clasificados por INEGI como “trabajo subordinado con remuneración salarial”.  Estos indicadores no incluyen a quienes trabajan por su cuenta o quienes no perciben remuneración salarial (voluntarios o con remuneración en especie).

Para facilitar la comprensión, hemos agrupado algunas de las categorías reportadas en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de INEGI, para subdividir en 5 categorías: quienes trabajan menos de 25 horas a la semana, de 25 a 39 horas, de 40 a 48 horas, de 48 a 56 horas y más de 56 horas.